- Enciéndela otra vez que se me ha olvidado decir una cosa.
- ¿El qué?
- Tu enciéndela.
- Voy… Ya.
- Y aunque pueda parecer un acto sádico y sin sentido, no es mas que una representación de la vida misma, de su esencia. Apaga.
- ¿Qué coño quiere decir eso?
- Yo que se pero le da un tono interesante.
- Bueno, ¿ahora como lo hacemos?



En una pequeña habitación sin luz exterior estaban los dos sentados en dos sillas de plástico, delante de una mesa de plástico, y encima de ella, una caja de zapatos.
Dentro de la caja, un gorrión. Gris, pequeño, sucio, y con una pata rota.


- ¿Lo que habíamos quedado no? Matarlo
- Sí, ya, ¿pero como?
- No se, como sea mas rápido, no me queda mucha batería.
- Bueno, ahogándolo con la mano quizá, de todos modos, esto no es un ruiseñor, no se por que vas a llamarlo “Matar a un ruiseñor”
- Es un guiño a la película clásica “Matar a un ruiseñor”, la de Gregory Peck, además, ¿tu sabes como es un ruiseñor?
- Pues la verdad es que no.
- Si no lo sabes tu, los demás tampoco, aparte de que esto en youtube pierde calidad y da igual, podríamos hacerlo con un hámster que ni se notaria.
- No, con un hámster no, que muerde.
- Era un ejemplo idiota.


Los dos siguen sentados alrededor de la mesa, mirando fijamente la mesa. Uno lleva la cámara en la mano. El otro juega con un mechero.


- Podíamos hacerlo al revés.
- ¿Cómo?
- Yo grabo y tu lo matas.
- Tu no tienes ni puta idea de cómo se maneja la cámara.
- Que mas da, si no va a tener calidad apenas se notara la diferencia.
- Mira, la cámara es mía así que la uso yo y tu matas al ruiseñor.
- Es un gorrión.
- Que mas da, mátalo y yo lo grabo.


El coge con la mano el gorrión, que apenas se mueve y pía levemente.


- Venga, ponla a grabar.
- Vale, ya.


Mira el gorrión, le mira a el, y aprieta levemente. El gorrión vuelve a piar sin fuerza y no hace ningún movimiento.


- Creo que ha muerto ya.
- Como lo sabes, si no ha hecho ningún ruido raro ni ha aleteado.
- Se ha cagado en mi mano, mira.
- Pues creo que no se va a ver nada en el video, solo un gorrión y tu mano cagada. Teníamos que haberle electrocutado.
- Bueno, vale, pero grabo yo.